España- Italia (4-0)

Tuvimos que esperar hasta el último día para ver el mejor encuentro del torneo. La selección española desplegó un juego espectacular, compendio de sus mejores virtudes: toque, velocidad, particularidad yesta vez sí, goles. Xavi e Iniesta comandaron a una España que desplegó a su fabuloso catálogo de centrocampistas en su máxima expresión. Atrás, la defensa mantuvo el excelente nivel que ha exhibido en esta Eurocopa y Casillas volvió a ser un seguro de vida frente a las escasas ocasiones italianas. El nivel exhibido por el combinado nacional fue tan elevado que a nadie le pareció injusto el contundente 4-0 final.

Pese a la goleada recibida, Italia fue un digno rival. Prandelli renunció a repetir la defensa de 5 y planteó un encuentro ofensivo, confiando en la calidad del triángulo Pirlo-Cassano-Balotelli y refrendando la apuesta futbolística de esta nueva Italia. Aunque la mayor parte del encuentro se vieron superados por la excelencia española, los italianos consiguieron dominar durante algunos intervalos de la primera parte. Ya en la segunda mitad fueron incapaces de resisitir al vendaval que tenían enfrente y la lesión de Motta fue la puntilla. Los últimos treinta minutos certificaron una de las peores derrotas sufridas por la selección «Azzurra».

Italia-Alemania (2-1)

  La selección italiana fue probablemente la sorpresa   más agradable del torneo. Prandelli optó por cambiar el tradicional «catenaccio» italiano por un juego más agradable y ofensivo, inspirado en el modelo español. Un estilo similar al implantado por Joachim Low en una Alemania que llevaba una marcha intratable en el torneo. En semifinales, ambas selecciones se iban a medir para enfrentarse a España en la gran final.

El partido reflejó una neta superioridad italiana. Pirlo, Montolivo y Cassano pusieron la magia y Blotelli el remate. El controvertido delantero italiano completó un gran partido marcando dos tempraneros tantos, espectacular el último. Alemania, lastrada por la baja forma de Schweinsteiger y el nulo impacto de los cambios de Low, se vio impotente durante la mayor parte del encuentro. En la segunda parte, Italia dispuso de claras ocasiones para aumentar su renta, aunque el postrero gol de Özil permitió que hubiera cierta emoción en los últimos minutos.

Es posible que esta Eurocopa haya sido el último gran torneo internacional de Andrea Pirlo. Prandelli le entregó la manija del equipo y el veterano mediocentro respondió con creces. Frente a Inglaterra completó su mejor actuación, comandando a los azurri en un encuentro que dominaron desde el primer hasta el último minuto. Solo los palos y el nulo acierto de Balotelli mantuvieron con vida a los ingleses.

Pues si Italia jugó un partido muy alejado del clásico catenaccio, Inglaterra no fué el equipo alegre y vertical que acostumbra. Lastrado por las bajas y un preocupante falta de calidad, Roy Hogdson planteó un encuentro defensivo,

En el terreno de juego el desequilibrio fue patente desde el primer minuto. Losalemanes desplegaron algunos de sus mejores minutos del campeonato y desarbolaron la poblada defensa griega. Low estuvo acertado con las novedades en el once y Reus se destapó como la pareja perfecta para el incisivo Mesut Ozil. Los goles de Lahm, Khedira, Klose y el propio Reus refrendaron la superioridad teutona. Grecia no dió en ningún momento la impresión de poder empatar el partido, pese a los tantos de Salpingidis y Samaras.

El partido decisivo del «Grupo de la Muerte». Portugal llegaba rodeada de dudas, consciente de su poderío defensivo pero preocupada por la escasa aparición de sus estrellas ofensivas (Cristiano y Nani). La situación de Holanda era crítica, habían perdido los dos primeros partidos y ya se oían voces críticas hasta en el mismo seno del equipo. La previsible victoria de Alemania contra Dinamarca permitía a ambos conjuntos depender de sí mismos, aunque los holandeses debían ganar por más de dos goles.

Van Marjwick decidió eliminar el controvertido doble pivote y plantear un partido con 5 atacantes. El temprano gol de Van der Vaart ilusionó a los aficionados oranjes. Pero el espejismo se desvaneció a los 15 minutos. Portugal se hizo con el control del partido, amparada por el buen trabajo de sus tres mediocentros. Arriba,Cristiano Ronaldo demostró que es un crack también con su selección. Dos goles y un tiro al palo liberaron definitivamente al astro portugués de la tensión que acumula cuando se sabe protagonista y no rinde. Liderados por su estrella y exhibiendo un gran rendimiento colectivo, los portugueses completarían un torneo notable, alcanzando las semifinales.

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con dos líneas muy juntas atrás y confiando en su velocidad al contraataque. Aunque dispusieron de algunas buenas ocasiones, como un remate a bocajarro de Glen Johnson y una fallida chilena de Rooney, finalizaron el encuentro con 0-0 con el que nunca parecieron sentirse incómodos.

En los penaltis se vivió uno de los momentos de la Eurocopa. El fallo de Montolvo había extendido el desánimo entre las filas italianas, mientras que los ingleses chutaban seguros y confiados. El tiro a lo Panenka consiguió cambiar por completo el rumbo de la tanda.

Alemania-Grecia (4-2)

Desde el principio se planteó como más que un simple partido de fútbol. Teniendo muy presente la situación económica europea, el herido orgullo griego buscaba batir a la todopoderosa Alemania, con el morbo añadido de la presencia de la canciller Angela Merkel en el palco. Los alemanes llegaban al encuentro sin tanto ruido mediático y convencidos de la superioridad de una selección que había sido la única en ganar los tres partidos del grupo.